No pienses que te abandoné, vieja costumbre de escribir.
Pero te extraño.
Porque por más que solo sean unos minutos,
o tal vez segundos,
en tu compañia desplegaba mis alas para volar por otros aires.
Como también abandoné a la tristeza,
de la que muchas veces te desprendías,
tengo que inventar otro camino,
o simplemente subir por alguna escalera,
arrojarme al vacio,
y convertirme en un cadáver exquisito.
1 comentario:
Turra necesito el numero de brunilda.
Asi puedo cantarte chayanne y enamorarte (?)
jajaja
Nuevo blog, pasa a saludar.
beso
Publicar un comentario