viernes, 30 de enero de 2015


cuando sentí que ya no podía acomodar más los papeles sobre esa misma superficie hermosa, pero gastada, comencé la mudanza. me acuerdo que primero guardé los libros en cajas. era lo único que tenía para mudar. hace exactamente un año de eso. entendí que el lenguaje de las aves y los pájaros habla de muchas otras. decir palomas no es decir amor, mi amor. pensaba, mientras las manos me temblaban haciendo este collage que fue mi última obra antes de partir. partí los miedos. los hice luz.

no debe haber cosa más difícil que encontrarse con uno mismo, en la soledad de un cuarto sin espejos. la obligada percepción del propio cuerpo y el alma ahí, saliéndose, para mirarte ocupando cada rincón con espesor y angustia. despertás a la fuerza, en vano era eso de buscar el limite vigilia-sueño. 

No hay comentarios: