lunes, 18 de abril de 2011

un pez me grita y yo nunca lo escucho...

y desaparecer es lo que me aconsejan...




entré en una vorágine de cosas, y cuando me di cuenta respiraba arena, sal y caracoles de mar bien filosos. los lados tenían dos caras, y las alturas eran más altas. el mate más amargo que nunca, y lo simple me complicaba la vida.

 afuera el perro ladra fuerte, se come las entrañas de otro, se revuelca y me trae ese olor a muerte que solo me deja pensando que no soy nada sin los otros revolcándose conmigo. mientras tanto me cuesta ver el existencialismo ateo, y mucho menos positivo. hacerse cargo, la puta madre, nada más.  me desangro en mis amigos y no puedo chuparme la sangre porque se seca rápido, y yo creía que era roja, pero se vuelve marrón, o a veces se ve verde, o azul. no sé qué pensar, y siento mucha mierda adentro, pero no, es sangre, coagulada. o es agua. entonces me ahogo, entendés. me duelen tanto. misantropía, tráeme mis pinceles, para pintar mis miedos, mis temores, mis. ego.
necesito un abrazo, nada más. pero nadie se da cuenta. la sangre repele la sangre, y los círculos cromáticos se superponen.

epifanía.-

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