martes, 8 de marzo de 2011

la chica que se ponía sensodyne en el corazón

y no pasaba nada.


No pasaba nada. Bastó con pensarlo para que pasara de todo. Sucede que pase lo que pase no sabés que hacer, y mucho menos qué escribir. Y no sabés si te hace falta dolor, mucha mierda, pánico, paranoia o hambre para poder escribir dos líneas, o si en realidad lo que te falta es realidad. Pintás y te ves, pero por qué no podés escribir. Porqué no ves nada. No te gusta no ver, te da miedo, como a la noche cuando eras chiquita tu abuela apagaba todas las luces, incluso la del baño, abue, dejame prendida la luz del baño, incluso la del baño. Entonces cuando te despertabas en medio de la noche abrías los ojos y no veías. Y los cerrabas y obviamente seguías sin ver. Los volvías a abrir y nada había cambiado. Te faltaba el aire, pero en realidad no podías ver, nada más. Y vos viniste y me prendiste la luz cuando yo no podía ver, y ahora no te querés hacer cargo de pagar la factura, o quizás pensás que no se trata de una cuestión eléctrica, y es pura energía solar, que nada tiene que ver con vos, o quizás si, pero no me animo a cerrar los ojos por miedo a no verte más como cuando cerraba los ojos en la casa de mi abuela y no veía y los abría y seguía sin ver. Pero estoy así con la luz prendida y sin poder respirar. Porque me olvidé como se hacía, y no me interesa la paranoia ni el hambre ni la mierda ni el pánico, sucede que no pasaba nada y ahora me tengo que poner sensodyne en el corazón.


banda sonora: mogwai

1 comentario:

Anónimo dijo...

loca encima que pintas bien queres escribir bien tambien! naaa de ja te de joder! jajajaa :P

Me gustó!

Pao, si Paola Porra.