sábado, 26 de junio de 2010

autótrofas

Le mostré lo último que escribí:

Él ha comenzado por el principio. Las señales. O lo que él imaginó como olvidar las señales. Él seguro, seguía empujando, con más energía y saliva, riendo a carcajadas. Él miraba. Porque ella se toca el corazón y cierra los ojos. Sus temores y el pavor que le escupió su última saliva llenó de gotas rojas la pared.
Eso es comenzar por el principio, por la señal.
El silencio.
Dos días y una noche de vueltas, y la voz ha terminado de decir que con aquel frío, él no tenía nada para que se hiciera la luz.
(Ya no aguanto más.
)


_¿Por qué todo lo que leemos parece estar escrito para nosotros?-me contestó.


A otra cosa, Margarita. Me había dicho un primero de enero. Epifanía.-


No hay comentarios: