domingo, 2 de mayo de 2010

paranoia y soledad



tenía apenas 7 años cuando mi abuela me regaló esa camisa.
la usé, como cuenta esta foto, hasta los 17 .
la usé hasta el cansancio.
hasta el cansancio de mi madre, claro está.
los hechos demuestran que fue ella la que un día,
en un ataque de solidaridad, tan propio de su ser,
se libró de esa maldita camisa que ya no soportaba verme puesta.
regalósela entonces, junto con otras cosas
a alguien que pasó por casa.

pasaron más de tres años.
ayer por la tarde, como todos los fines de semana, paloma abre
la venus de nino, la feria americana en la cueva del oso.
llegué, miré lo nuevo. nos pusimos a charlar y preparé mate.
fue ahí cuando la vi:

laurita: _paloma, no vas a creerme pero esta camisa es mía.
paloma:_ O.O
laurita._!!!
paloma._pero...lau...cómo puede ser?? la saqué de una bolsa entre banda de bolsas en una feria en capital dónde compro la ropa...hay mil ferias...mil bolsas!!! cómo llegó ahí??
laurita:_hace mucho tiempo que no la veía en casa, y el otro día me acordé de ella, y sospechaba que mi vieja la había regalado. incluso ayer viendo unas fotos encontré una, creo que debe ser la única que tengo, en la que estoy con la camisa puesta...
paloma:_O.o
gina:_bancaaaaaaaa delirante, una fábrica las hace!
laurita: _(revisando la camisa) no gina, ¡es mi camisa!, y si llega a tener las manchas naranjas adentro, y los ojales reforzados con hilo color miel, no van a quedarme dudas.
gina:_...
paloma_...
laurita:_zas! ahí tenés.

O.O
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_la ropa vieja se tira, laura. la ropa vieja no debe volver
.

para solo querer mi felicidad, mi madre es demasiado cruel con sus ironías.
yo prefiero pensar que esa camisa estaba hecha para mi.
una camisa.
una en un millón.
en una bolsa entre un millón de bolsas.
¿cuántas casualidades tuvieron que darse para que yo llegara a esa camisa allá, por el 96?
¿cuántas se dieron en estas últimas horas, para que volviera a mi?
demasiadas.
tantas, que me da un poco de miedo.


2010, que 20 años no es nada: 200 ni te cuento.
el año del bicentenario no deja
de sorprenderme.

si mamá no me mima,
mi camisa me ama.

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llegó la inspiración. debe encontrarme trabajando, digo.
sobre la mesa están los papeles prontos a cobrar forma de collage.
pero suena el teléfono.
_nena! en que andás?
_por ponerme a trabajar...pero...qué proponés?

malditos sean los sábados a la noche.
maldito benjamín:
al final soy la nona.

funk me.






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