domingo, 2 de mayo de 2010

nada es casual

paranoica y no androide, tengo mil sentidos puestos en busca de fuckin causalidades.
ni lerda, ni perezosa, mucho menos alta, ella me reclamó que
me dedique a ponerle vitamina a a las heridas,
antes de ponerme a jugar otra vez con los cuchillos.

decidí ir a los brazos del génesis de mis problemas, como llamaron en un blog vecino.
quién sabe qué pieza queda sin ubicar en el gran rompecabezas que es
la resolución de mi complejo de edipo.
al final la manzana no cae lejos del árbol y ese es el problema.
debería retomar con más firmeza mis intentos de ir al analista, pensé estos últimos días.
no está bueno esperar al punto límite en que vamos temblando
con la espalda hecha una piedra sudando con olor a clonazepam.

me llamó la atención el tumulto de gente en un lugar que no era el baño de mujeres.
cuando miré mejor lo vi, y debo confesar, me emocioné.
pero nah... no da.
seguí caminando en busca de nosequé,
pues ya tenía entre mis manos lo que había ido a buscar.
una hora después volví a pasar por el mismo lugar y ya no había gente,
por lo que dije: debo saludarlo.

_mire gabriel, yo ya tengo su libro, pero me acabo de comprar este y
me gustaría que me firme acá.
lo mira.
_ uy!...pero que hermoso libro...!¿cómo es tu nombre?
_laura.
escribe mi nombre, dos puntos, hace una breve pausa.
_algún día voy a ir a buscarte y vas a atenderme.
sonríe.
_te lo digo de verdad eh.
lo miro firme a los ojos. sonríe otra vez, baja la mirada y escribe.





rolón, no le entiendo la letra. voy a tener que buscarlo.





laura laura
debajo estoy yo
laura





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1 comentario:

valeria dijo...

Ese tipo no me cierra del todo. Pero creo que tengo que buscar un propio analista...antes de terminar enloqueciendo.