sábado, 13 de marzo de 2010

otra de m.l



Podes querer dormir, para soñar; eso es estar depresivo. O soñar despierto ¿es peor que estar depresivo? Y si sabes que estás depresivo, digo ¿un depresivo se da cuenta que es depresivo? Creo que es el peor depresivo. El que va a sentirse siempre siempre solo. Ni Freud ni que ocho cuarto: se puede saber que se está depresivo. También el porqué.
Por otro lado está el buscarlo; ser un poquito masoquista. Esas horas que son las peores; que podés evitar, pero no. Por ejemplo, situaciones: comer y el calor de después de comer, el momento en que las persianas se cierran por las moscas. –Uno-. Podes quedarte ahí, los codos apoyados en el vidrio de la mesa, en el reflejo face to face, mientras la siesta del resto. O a la noche después del café, después de la charla obligada sobre el día, el ir a dormirse uno a uno -Ese dos-. Desde afuera siempre la ventana iluminada, 3 AM. (Puede ser también la mañana.) -Ese tres-. El trabajo. –Cuatro-. La escuela. –Cinco-, etcéteras.
El que nace para sentir, qué no va a sentir la soledad. Las sombras de después de abrir los ojos. Uno las ve desaparecer ¿y? Sí, sombras. Ay pero qué loco. ¡Mentira! Soy loco a medias, porque las sombras desaparecen, se van. Soy medias. Se las hace desaparecer. Pero volvés a abrir los ojos, y zas, otra vez. ¿me explico? Sí, desaparecen, pero son como un fantasma. Más bien esas sombras con cabeza y boca (abierta), onda Chagall. Mitad todo.
¿Te sentiste inútil? Inútil y, estar conforme en la inutilidad. La música con los ojos cerrados. Imágenes. Abrís los ojos, y desaparece la boca abierta entre el claroscuro de la persiana cerrada.

Buscamos en qué poder parar. Paramos a falta de otra cosa (¿a falta de otra cosa? ¿buscamos?), en lo pasajero. El problema es cuando la cosa se agota, y esa necesidad de buscar desesperado, otra cosa, es terrible. Pero te la re-buscás valga la redundancia. Y también eso es triste. Porque tarde o temprano sabés que encontrás; encontrás otra cosa para acabarla, y a veces –muchas- ni siquiera acabarla. Lo descartable. El problema, todavía más serio (esto es tragicómico) es cuando hacés descartables a las personas. Igual no lo sentís como problema, se vuelve naturaleza. No debe ser un problema.

Cómo lo digo, te volviste un Leviatán que bruag, come todo, hasta asquearse. De vez en cuando comes el vómito mismo, porque termina siendo mejor que lo nuevo. Un círculo, y volvés; y volver a volver a empezar. Hay momentos (naturalmente) que mejor eso, más rico si se quiere, pero es vómito y te sentís mal, porque algo que te alimentaba en serio descubrís que ya no, lo descartaste, lo arruinaste, y después ya es eso, ruina. Ya está roto, viejo. Te chocás contra la pared, querés reconstruirlo ¡hasta tenés fé! pero no che, cagastesss- Qué lindo el vestidito, hasta que descubrís la mancha, o la polilla más cerda que uno.




(tengo amigos que escriben. este debería tener un blog. pero mepa que es un poco fiaca.
igual lo quiero)

No hay comentarios: