martes, 9 de marzo de 2010

das schwerste Gewicht

Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz.


La imagen es terrible.


En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada (das schwerste Gewicht).

Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad.

¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad?

La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.

Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.

Entonces,


¿qué hemos de elegir?


¿El peso o la levedad?



Este fue el interrogante que se planteó Parménides en el siglo sexto antes de Cristo. A su juicio todo el mundo estaba dividido en principios contradictorios: luz-oscuridad; sutil-tosco; calor-frío; ser-no ser. Uno de los polos de la contradicción era, según él, positivo (la luz, el calor, lo fino, el ser), el otro negativo. Semejante división entre polos positivos y negativos puede parecernos puerilmente simple. Con una excepción: ¿qué es lo positivo, el peso o la levedad?

Parménides respondió: la levedad es positiva, el peso es negativo.

¿Tenía razón o no?

Es una incógnita.


Sólo una cosa es segura:
la contradicción entre peso y levedad
es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones.


(amén)

2 comentarios:

valeria dijo...

¡Pero qué interesante señorita! Mmm....mmm....no sé a qué tipo de pesos o levedad se referia Parménides con sus ideas de que la levedad era lo positivo y el peso lo negativo...pero yo creo que (siguiendo las ideas que extraí de Kundera) elijo el peso, elijo soportar con la carga aunque día a día me pese más en los hombros...elijo "esta vida" y "esta Tierra" como Nietzsche alguna vez dijo...
Al fin y al cabo, en estas instancias de mi vida...ni que quisiera podría quedarme con la levedad...aunque quizás hay quiénes vivan más felices que yo cargando con menos peso. Me quedo con el maldito peso!

valeria dijo...

Ohh, anoche cuando me escribiste lo de conectarme ya estaba dando vueltas en la cama (sin poder dormir, como siempre).