jueves, 18 de febrero de 2010
la noche se agota de verte.
Cuando llega el momento "ese" que tanto estaba evitando,
la única respuesta que encuentra saludable es la risa.
Al comienzo se obliga, claro. Pero después se acostumbra y se siente mejor.
La cosa se pone dificil cuando se sienta a escribir, y el aleatorio del reproductor de música se vuelve un arma de doble filo que la apuñala con "La última prosa".
Automáticamente recuerda como accidentalmente fue esa la primer canción
que escuchó "de él". Ese día no podía dejar de mirar su foto. Todavía la tiene guardada.
Decide que no puede sufrir al escuchar una canción, y pasa a la siguiente: Confortably numb.
No terminó de preguntarse "quién carajo armó esa lista de canciones?!" cuando recordó que, (obviamente) había sido ella misma.
Ella misma. La misma que intenta vaciar el bolso, porque ya no tiene dónde viajar.
Al comienzo lo dejó armado, a los pies de la cama, por las dudas la despertara una llamada en el medio de la noche y tuviera que salir volando rápido.
Después, a veces con rabia, a veces llorando, a veces con nostalgia, lo iba vaciando de a poco. Así se iban las cartas, los 1028º besos, los dibujos, las fotos, el pelo, los ojos de gres, los lunares, los dedos de los pies y las rodillas.
Cuando se daba cuenta estaba viendo el fondo del bolso. Se quedaba muda. No quería.
No estaba dispuesta a perderlo. (No estaba preparada)
Desesperada volvía a meter todo adentro, rápido, rápido, hecho un bollo, todo.
Todo adentro, otra vez!
Que no quede nada afuera! Quiero, quiero, quiero todo, para siempre conmigo. Decía.
Se abrazaba al bolso, como si se abrazara a él.
No solo sintió verguenza. Sintió que tenía tan poco orgullo!
Pero como también sentía que no le quedaba nada, le daba lo mismo.
Un rato después se daba cuenta que aferrarse así a esas cosas, no tenía mucho sentido.
Solo le provocaban dolor:
Pero cómo se hace, se preguntaba. Cómo se hace cuando a uno le duele recordar la felicidad?
(Es una tomada de pelo a uno mismo, se respondía.) Sin querer respuesta alguna, se preguntaba:
Cómo se hacia para caminar por esas calles? Para transitar por esa escuela? Para mirar esas fotos? Para tomar fotos? Para dormir? Cómo se acarician las panzas? Cómo se dan los besos? Cómo se responden las preguntas que son difíciles de responder? Cómo se curan los dolores de cabeza que se curaban a mimos? Cómo se escucha Lisandro Aristimuño sin recordar a cada verso? Cómo se saborea un lemon pie? Y un kilo de frutillas? Cómo se anda en bicicleta sin alguien que pedalee? Cómo se hace para comenzar otra vez, como si nada hubiera ocurrido? Cómo se hace el amor?
Pausa.
Respira.
Y comprende que todo el bolso está ahi, a los pies de su cama, tal como lo dejó aquel día que perdió el vuelo. Todavía le duele. Todavía recuerda. Pero sabe que algún día va a poder volver a volar. No a ese pequeño país a través del espejo. Ya no. Ya no existe.
Ya no existe esa otra mitad que la reflejaba. Pero existe aún la forma de volar.
Eso por lo pronto no la seduce. Pero sabe.
"Vos sos muy inteligente", de dijo él una vez.
Ella es amante, por naturaleza.
Sabe que más temprano que tarde va a volver a enamorarse.
Porque sabe que puede ver las cosas que nadie ve, y tiene la capacidad de encontrar
la belleza
hasta en el tronco del árbol solitario de la plaza de la esquina.
El momento ese que tanto evitaba llegó.
No puede seguir haciendose la tonta. Tampoco tiene muchas opciones.
No quiere agotar (más) su paciencia .
Siempre supo que no era infinita.
Siempre temió ese momento .
(cuando uno ama lo mejor son las despedidas):
Cuando uno ama
nunca está preparado
para las despedidas.
Momento doloroso, racional y egoista.
Pero necesario, honesto y generoso.
Que implica aceptación.
De las necesidades de uno mismo.
Y de que las necesidades del otro ya no pueden ser satisfechas.
Implica culpa.
Implica frustración.
Implica tener los ovarios bien agarrados,
y los huevos bien puestos.
Implica poder mirarse a los ojos y sentir un último reflejo, el más puro, el más sincero
que dice: te juro que lo intenté. te juro que lo di todo.
Porque por sobre todas las cosas,
implica amor.
(claro que existe, y no tiene forma de peluche)
Le cuesta levantarse. Antes, pensar en él era un lindo motivo para levantarse. (También para desear acostarse ¬¬)
Pero sabe que hoy debe levantarse pensando en ella.
Porque si ella no lo hace, nadie va a hacerlo en su lugar.
Ella es indispensable... para ella. Y aún no se da cuenta de la magnitud del caso.
Le resultaba más facil llorar.
Le resultaba más facil romper las pelotas.
Pero ya no.
Ella no le teme más a su recuerdo.
Sabe que no va a olvidar. Porque sabe que lo que es hoy es gracias a el ayer,
del que él no solo fue partícipe sino constructor.
(Y que cosas bonitas sabía hacer!)
Se sabe linda. Se sabe hermosa.
Sabe que una parte suya se fue con él.
Está tranquila, como lo estuvo todo este tiempo, porque sabe que está en buenas manos.
Porque sabe que aprendieron. (Por supuesto, él aprendió primero.)
Porque sabe que pudieron re.inventarse y re.construirse.
(eso no implicaba la eternidad, no?)
Porque sabe que el aire que lo trajo se lo llevó.
Aire.
Aire.
Los perfumes y los cuellos la siguen, como fantasmas, rondando en las noches despiadadas.
Ella ya no le teme a su recuerdo: Ahora lo invita a tomar un té.
(le encanta el café. pero sabe que le mata el estómago ;)
2 comentarios:
Me hiciste llorar debo admitirlo. Me sentí identificadisima. Pero con el tiempo comprendí eso que vos expresaste tan bien: que sabemos como volar, que aún podemos hacerlo, y que continuar solas no debe impedirnos continuar.
Justamente ayer me encontré llorando una vez más por ese amor que más me dolió en la vida...¡cómo cuesta recordar la pasada felicidad sin llenarnos de nostalgia! Son cosas de la vida, personas que nunca vamos a olvidar, pero debemos continuar con el vuelo...y tratar de que el ayer no se nos robe el hoy.
Ella es indispensable... para ella...Nunca lo olvides corazonito de mona.
Recuerda lo que me dijiste con toda seriedad, alguna noche, donde el llanto no paraba y decías Loca pará...:
Florecerás, más temprano que tarde, florecerás, y esos ojitos volverán a brillar... y esa boca sonreirá de oreja a oreja, girando con la pollera de pavo real como si fueras manuk en el patio...
Te quiero mucho
Bechos miles.
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