jueves, 25 de febrero de 2010

composición: tema: la culpa

(Advierto: voy a irme por las ramas, en honor a...mi.)
Hace meses que medito sobre cosas trascendentales.
A los ponchazos alguien me volvió un poco más racional y hoy estoy bastante orgullosa y agradecida de eso.

Todo comenzó en Santa Fe, cuando presencié una pelea entre mis primitas (2 y 7 años). Las veía que peleaban, pero como respeto mucho las riñas de niños y las tomo como lo que son, me mantuve al margen. (Viendo siempre que no se fueran a las manos, las ladies) Si mal no recuerdo era por las muñecas, pero no es ese el punto. El punto es que cuando la madre de las niñas (que por cierto es mi amada madrina) intervino, la más pequeñita (que por cierto es mi amada ahijada) reprochó, entre los mocos pegoteados y el llanto : “la pulpa es de Lola mamá, fue su pulpa”.

Y me quedé toda la noche pensando en La culpa. (Digamos también que el calor de Santa Fe no te permite dormir de noche…)

Entonces, fuentes autorizadas, nos cuentan:

Culpa:f. Imputación a alguien de una determinada acción como consecuencia de su conducta.

Psico.Acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por un daño causado.

Teolg. Pecado o transgresión voluntaria de la ley de Dios.

En consecuencia, confirmo que mis supuestos de que la cultura y la religión metían sus manos en el asunto.

Ahora bien, vamos al principio. Al génesis.

Parece que Eva le dio sin asco al fruto prohibido. Y como tenía más calorías de las que su dieta le permitía incorporar por jornada, Adán, (“El copado”) le dijo: “Si serás gorrrrda cerrrda”. Eva experimentó un sentimiento que unos personajes muy ociosos, tiempo después llamaron culpa. “Era solo una manzana” dijo Eva.

Pero parece que Dios es hombre (Es Dios, pero tiene pito, quiero decir) le dijo: “Era una manzana bañada en caramelo, con pochochos pegados, y rellena con crema de mantecol”

0.0

“Arderás en el infierno de los gordos venidos a flacos junto con Daisy May Queen!!!”


(me deliré:yo les avisé.) (El que avisa no traiciona, dicen.)


La cosa, señores, es que esta palabrita de mierdita tiene 5 letras pero nos rompe bastante las pelotas.

Parece que ante cada cosa que tenemos, hacemos, sentimos, decimos, sobreviene la culpa. Es como causa-efecto, causa-efecto. Una mierda.

¿Quién no sintió culpa, alguna vez?

¿Quién no le echó la culpa a alguien, alguna vez?

¿Quién no conoce al siempre bien ponderado Sr. Chivo Expiatorio?

Si señores! Nuestras espaldas están llenas de esta horrorosa sensación que no nos quita el sueño, pero vaya si nos llena los…


pelos de frizz.



Llegué a la conclusión de que, como sentimos culpa por blanco, o por negro, se neutralizan. Pero antes de llegar a esta conclusión noté que:

Sentimos culpa cuando amamos.(“lo amo demasiado”)

Sentimos culpa cuando no amamos.(“no lo amo lo suficiente.”)

Sentimos culpa cuando no amamos a quien nos ama (“como carajo le digo?”)

Sentimos culpa cuando amamos a alguien que ama a otra persona (“que mal la estoy pasandooo”)

Sentimos culpa si le tiramos onda a alguien en pareja (“alejate porque no-respondo-de-mi”)

Sentimos culpa si tenemos pareja y estamos con alguien ("te quiero más que a una amiga pero no como mi mujer")

Sentimos culpa cuando vemos como cae la persona a la que le serruchamos el piso. (“fuck. se lo que se siente”.)

Sentimos culpa si se solidarizan con nuestro dolor

(“ definitivamente sabés lo que se siente”)

Sentimos culpa si tenemos novio que cocina y garcha bien y nuestras amigas están solteras.

Sentimos culpa si le damos plata a un chico que pide en la calle. (“que ayuda le doy con $2ºº?”)

Sentimos culpa si no le damos plata a un chico que pide en la calle. (“que ayuda le doy con $2ºº?”)

Sentimos culpa si estudiamos y no trabajamos.

Sentimos culpa si no estudiamos y trabajamos.

Sentimos culpa si no trabajamos ni estudiamos.

Sentimos culpa si estudiamos y trabajamos y no le damos bola a nuestra pareja.

Sentimos culpa si estudiamos y trabajamos y le damos bola a nuestra pareja, pero no le damos bola a nuestros amigos.

Sentimos culpa si solo salimos de farra con lo pibe y no hacemos otra cosa.

Sentimos culpa si estudiamos en un terciario y no en una universidad nacional.

Sentimos culpa si nuestros padres no están conformes con la vida que llevamos.

Sentimos culpa si no somos como ellos pretenden.

Sentimos culpa si fumamos faso.(“habla del faaaaaaaasooo”)

Sentimos culpa si además de faso le entramos a las pastas.

Sentimos culpa si comemos de más.

Sentimos culpa si vomitamos lo que comemos.

Sentimos culpa si no queremos a nuestros hijos.

Sentimos culpa si traemos al mundo un hijo no deseado.

Sentimos culpa si abortamos.

Sentimos culpa si no podemos quedar embarazadas.

Sentimos culpa si nos olvidamos de tomar las pastillas.

Sentimos culpa si no usamos forro.

Sentimos culpa si fingimos un orgasmo.

Sentimos culpa si no podemos acabar, o si acabamos demasiado pronto.

Sentimos culpa si decimos una verdad que duele.

Sentimos culpa si no decimos la verdad.

Sentimos culpa si decimos la verdad, tarde.

Sentimos culpa si decimos la verdad a medias.

Sentimos culpa si perdonamos o si no perdonamos.

Sentimos culpa si decimos que perdonamos y en el fondo no.

Sentimos culpa si nunca logramos perdonar.

Sentimos culpa si ocultamos. O si exponemos.

Sentimos culpa si toleramos demasiado o si somos intolerantes.

Sentimos culpa si cambiamos, o si no podemos cambiar.

Sentimos culpa si no nos permitimos.

Sentimos culpa si no podemos cumplir una promesa.

Sentimos culpa si no podemos dar fundamentos.

Sentimos culpa si hablamos de más y si no hablamos también.

Sentimos culpa si somos.

Sentimos culpa si no somos.

Extensa la lista, no? podria seguir, pero...

¿Sirve todo esto?

¿Es la culpa un sentimiento que nos conduce al bienestar espiritual, señoras y señores?

PUES NO!

Y no deberían necesitar que ninguna adolescente con insomnio se los recuerde. Pero si de algo ayuda, bienvenido sea.

OJITO EH!

No confundais los tantos. No está bueno sentir culpa. A veces pienso que uno siente culpa y ya. Se redime y autoflagela con ese sentimiento. Y no se trata de eso. Hay que revisar, gente.

El sentir “culpa” no nos lleva a ningún lado...pero si nos quedamos quietitos, y comodos.. mmm

Yo?

Me esforzaré más en pensar mejor antes de actuar.

En hacerme cargo de las cosas que decida o no hacer. Y de sus consecuencias.

Pero ante todo intentaré ser feliz. Y que eso llene cada una de mis células.


(y que la pena, la culpa y el dolor tengan que mudarse a otro lado)

3 comentarios:

valeria dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
valeria dijo...

Es una cuestión muy difícil porque por más que no querramos sentir culpa en determinadas situaciones es inevitable.
Y cuando la reprimimos aparece en los sueños :@
(Es que hace desde que le dije a mi amiga con la cual vivía que me mudaba sola sueño día por medio con que las cosas entre nosotras están bien cuando la realidad es que están peor que nunca)

Ili dijo...

clap clap clap... tendría varios para agregar...

telepáticamente, voy a encontrarte cacona de mona mia.

TKM (pero mucho)