jueves, 26 de junio de 2014

los libros de la buena memoria


vuelo, noche tras noche. recorro los mismos pasillos oscuros de una antigua sala tipo hospitalaria, con olor a humedad y desinfectante. 
digo, vuelvo. 
vuelco, noche tras noche, la esperanza desde la jarra que es mi paciencia. vengo a visitarte creyendo que las palabras puedan ser luz para ver la "salvación" escrita en una postal de Paris.
lentamente guardo en mi valija gris, otra más pequeña que me heredaste de tu abuela. 
vuelvo, noche tras noche. me repito: nadie puede y nadie debe. 

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