jueves, 5 de enero de 2012

todo el tiempo que deseé morir
no fue suficiente.
me dejé morir porque ya no podía desear
salvo su aparición,
a la cual consagrar, por lo menos,
mi desgracia.
¡no podré morir sin antes
ver tus ojos!

pero ahora que los he visto
ya no quiero morir.
ya no.


.

1 comentario:

José A. García dijo...

¿sin volver a verlos una vez más?

La eternidad puede llegar a ser tan aburrida... dicen los que saben (¿?)

J.