una vez conocí a un Don,
peor que el perro del Hortelano:
come y no deja comer.
una vez conocí a un Don,
peor que el perro del Hortelano:
come y no deja comer.
una vez conocí a un Don,
peor que el perro del Hortelano:
come y no deja comer.
mi maestro dice constantemente que
la especulación
y el resentimiento
no son buenos caminos.
ya nada puede distraerme.
aire luz y tiempo y espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario