en otoño suceden cosas naranjas.
suena el teléfono mientras estás escribiendo y es tu ahijada queriendo hablarte.
y son 500 kilómetros pisándote el pecho
con la fuerza de sus casi 4 años.
_Hola...!
son las 2 am. abrís un libro en una página al azar, que resultó esconder una hoja, ya seca.
la mirás y advertís que tiene forma de corazón.
entonces recordás que eso mismo dijo Juana cuando te la dio,
allá, por enero, mientras escuchaba Bebe y Sparklehorse en el mp3
y vos leías El arte en un tiempo sin dioses con los pies metidos en la pelopincho.
Nada es casual.
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