jueves, 30 de diciembre de 2010

brille para él la luz perpetua


fueron muchas, quizás demasiadas,
las noches en las que jugabas a
encender y apagar la luz.
cerrabas la puerta y
epifanía:
la luz entraba por la ventana.
fueron muchas, quizás demasiadas,
las tardes que te pasaste
buscando imágenes en las vetas de la madera del techo.
fueron muchos, quizás demasiados
los días que pasaban entre tus ojos y la nada.
muchos. demasiados.
en vano.


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