lunes, 30 de agosto de 2010

tell me why I don't like mondays



me desperté, pero sin abrir los ojos. le ordené a mis rodillas que se alejaran de mi pecho, y le pedí por favor a mis pies que busquen las medias que en algún caluroso momento de la noche me había quitado. afuera de las frazadas hacía frio, lo sentía en mi nariz. y tenía la garganta seca, culpa del calefactor que madre insistió en volver a encender. la alarma del celular sonó una vez, la apagué, y la puse para que sonara media hora más tarde. en esa media hora soñé que la alarma sonaba y yo la apagaba y me quedaba dormida. me desperté (sin abrir los ojos, otra vez) cuando la alarma volvió a sonar. la apagué. volvió a sonar a los 9 minutos.
y así durante una hora. llegó un momento en que asumí no tenía fuerzas para abrir los ojos, muchos menos para levantarme.
sin abrir los ojos apagué el celular, me liberé de las medias, llevé las rodillas al pecho, pero por mucho que lo intenté no pude llorar.

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