viernes, 9 de julio de 2010

inoportuno azar

el amor dibuja en mis ojos el cuerpo anhelado
como un lanzador de cuchillos
tatuando en la pared con temor y destreza
la desnudez inmóvil de la que ama

así, en lo oscuro, fragmentos de los que amé
lúbricos rostros adolescentes.
entre ellos soy otro fantasma.

a veces, en la noche,
me dijeron que mi corazón no existe.

pero yo escucho canciones ambiguas
de un país arrasado por las lluvias.

lo que no te dieron
lo que no te dan
noviciado atroz

así iba yo devorando tinieblas
una flor en mi mano de sonámbula
una sonrisa ajena pegada a mis labios
mi cuerpo desnudo como una palabra
mis deseos abrazados a su imagen

si solamente hicieran una hoguera en mis labios
para quemar las silabas que no se unen.

el gran pájaro de cuerpo de paja teclea el invisible piano del viento.

la luz
amontonándose inservible
a espaldas del sol.





(yo trabajo el silencio, lo hago llama)

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