lunes, 22 de febrero de 2010

conversaciones I

nos sentamos. estaba casi igual que siempre.
primero lo primero. mate mediante.
que qué loco el clima, un garrón que se suspendió la muestra, nuuu el auto casi flota. menos mal que garpan algo. che que lindo esto que hiciste. hermoso. me gusta mucho tu casa, ya te lo había dicho? es como antigua y moderna a la vez, como me gusta a mi. aunque creo que nunca vine, pensé. tal vez se parece mucho a la vieja.
su cara no me engaña, y mate va, mate va, porque el amargo me da acidez,
me contó que se separó.
no estábamos bien. estira las palabras.
no era un desatre pero no estabamos bien. y yo lo notaba, pero no podía dar ese paso. o creo que no quería, en el fondo. tampoco podía hacer nada para mejorar la situación. no me salía. asique me ayudó bastante que diera ese paso. la verdad no sé como estoy. nos mandamos mensajes, todo bien. ahora nos vamos a ver, por cuestiones laborales, compromisos que quedaron en el medio. pero es muy loco, porque me pregunto cómo puede ser que no pueda estar bien y ser feliz con la persona perfecta. Se rie, pero es esa risa mezcla de rabia, angustia, nostalgia, y sobre todo resignación.
también hablamos de lo bien que estamos en nuestras casas.
es culpa de nuestros padres, son buenos, por eso no tenemos ganas de irnos. risas.
ahi es más dificil cortar el cordón. taaaaaal cuaaaaaaaaal. risas.
pero nah, posta que a veces prefiero quedarme charlando con mi vieja antes que salir.
o estar acá. en la soledad de mi casa. me gusta! porque nadie puede entenderlo?
aunque a veces me da miedo, cuando se hace de noche, salir a darle de comer a la perra.
a mi también! risas.
boluda somos iguales. risas.
el mate se lavó ¬¬
uy. ya es la hora, me tengo que ir.
(me asombró que si iba a encontrase en el trabajo con la ex pareja no se arreglara, lo que demostraba una seguridad envidiable)
creo que es cerca de tu casa, vamos.
la charla siguió en el remís, que tenía el aire acondicionado prendido aaaaaaaaal palo,
y las descompostura de estómago y el mareo que me dió me dejó opa todo el día.
yo ni se a dónde voy, me decía, jajaja.
bueno nena. hay que verse más seguido. es evidente.
sonrei, asentí. claro que si, pensaba de camino a casa.
tenemos tantas cosas en común!
pero como una de esas es la pereza, tal vez pase otro año.
me rio. y espero que no.
si bien es lindo cambiar, y saludable, y bueno,
también es lindo encontrar que hay algunas gentes que siguen igual
de bonitas que cuando las conocimos.
cuando saco la cuenta, y veo que son casi 10, me siento vieja.
rio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Comencé a felicitarle. Me interrumpió a las primeras palabras:
-¡Cómo! ¡Usted también, querido Michel! Pero si antes no me había usted insultado -dijo-. Deje esas tonterías a los periódicos. Parecen asombrarse ahora de que un hombre de costumbres censurables pueda, no obstante, poseer algunas virtudes. No puedo trazar en mí las distinciones y las reservas que ellos pretenden establecer; no existo sino en mi totalidad. No aspiro a otra cosa que a lo natural y, ante cada acción, el placer que de ella obtengo es signo de que debía ejecutarla.
-Eso puede conducir muy lejos -le dije.
-Cuento con ello -continuó Ménalque-. ¡Ah, si todos los que nos rodean pudieran persuadirse de esto! Pero la mayoría piensan que no obtendran de sí mismos nada bueno si no es dominándose; solo se gustan falseados. Todos pretenden parecerse a sí mismos lo menos posible. Cada cual se propone un modelo, después lo imita; ni siquiera escoge el modelo que imita; acepta un modelo ya existente. Sin embargo, creo que en el hombre hay otras cosas que leer. No hay quien se atreva. No hay quien se atreva a volver la página... Leyes de la imitación; yo las llamo leyes del miedo. Uno tiene miedo de encontrarse solo; y uno no se encuentra en absoluto. Esta agorafobia moral me resulta odiosa; es la peor de las cobardías Sin embargo, siempre que se inventa es a solas. Mas ¿quién se propone aquí inventar nada? Lo que se siente uno de diferente, eso es precisamente lo que de raro posee, lo que da a cada uno su valor... y eso es lo que se intenta suprimir. Se imita. ¡Y se pretende amar la vida!
Yo dejaba hablar a Ménalque; lo que decía era, exactamente, lo que el mes pasado le decía yo a Marceline; y por lo tanto, hubiera debido aprobarlo. ¿Por qué, por qué cobardía le interrumpí e, imitando a Marceline, le dije, palabra por palabra, lo que ella me respondiera entonces?
-Pero querido Ménalque, no puede pretender que cada uno de ellos se diferencie de los demás...


(SIC)

valeria dijo...

Me pasa lo mismo con muchas personas que quiero. Soy bastata perezosa y a veces pasa mucho tiempo sin un encuentro físico (aunque sigamos manteniendo la relación por Internet). Y cuando llega ese encuentro...¡es tan hermoso constantar que los sentimientos siguen intactos!