domingo, 1 de marzo de 2009

"No encuentro en todo el mundo un escudo que me sirva para protegerme de tus encantos"

E. M

Caigo, rendida, siempre a un costadito de tus pies. Me acurruco, me hago un bollito,
y espero que me abraces fuerte.
O me grites todas esas cosas que te son astillas en el alma,
o me dejes que te las saque como espinas de cactus,
que importa si se me clavan en el intento!!!
Nada, nada en el mundo.
Me encandilan tus ojos de gres.
Y te tengo en la garganta, en el estómago,
en los ovarios.
Te tengo.
(Fuerte)

1 comentario:

Anónimo dijo...

me tenés

me podés

me ardés en la garganta

y me apretás tan fuerte el estómago

que me hacés cosquillas en los pulmones